Artículo revisado y actualizado: 14 de agosto del 2024.
Dr. Enrique A. León Maristany
La introspección y la reflexión
El propósito de la introspección es comprender los estados interiores del ser, y se fundamenta en la reflexión del sujeto. Si deseamos profundizar en nuestro ser, la introspección debe ser enfocada en la autoobservación y la reflexión sobre nosotros mismos. Si deseamos llevar a cabo una tarea de introspección en un individuo, es necesario que el individuo pueda autoobservarse y reflexionar sobre sí mismo, además de poder exteriorizarlo, describirlo e interpretarlo con el objetivo de lograr una comprensión efectiva del sujeto. La complejidad radica en que no existe un solo método, sino que se recurre a diversos métodos para obtener la información requerida en la investigación.
El artista investiga sin modificar los métodos, actúa intuitivamente sobre sus experiencias, no prevé lo que se debe hacer. En el proceso creativo, el genio innato se manifiesta; sin embargo, ¿cuál es el significado del genio innato? El genio es aquel que logra una respuesta sin seguir los pasos del análisis. Solicito su respuesta sin seguir el análisis y los procedimientos. El genio salta todos estos pasos, lo cual no resulta adecuado para él, ya que se desplaza del primer al último escalón sin necesidad de la escalera. Esta escalera, que son los pasos a seguir, se ha llevado a cabo para individuos normales, lo que dificulta el entendimiento del genio. La ciencia no funciona de esta manera, el arte sí lo hace.
Cuando surge la pregunta sobre la investigación para el conocimiento artístico. ¿Una cuestión gnoseológica o metodológica? Moreno Montoro, Valladares Gonzales y Martínes Morales nos comentan:
… No podemos dejar de lado que esa relación conocimiento-investigación-experiencia-creación artística es en gran medida subsidiaria del aspecto reflexivo, aunque no neguemos que lo condiciona y que al mismo tiempo lo reflexivo es también método.
De facto, en la creación artística y, por tanto, en la investigación artística, la acción de crear utiliza simultáneamente la reflexión, el análisis, la obtención de conclusiones y la acción. Todo esto se articula en la generación de un procedimiento de ejecución y a la vez de un conjunto epistémico en el que vamos compilando maneras de actuar, modos de pensar y, sobre todo, un posicionamiento ante el conocimiento. (Editorial Síntesis, S.A., 2016, pág. 29).
Aunque es cierto que el método reflexivo es antiguo, ¿cuál es su propósito? Lo que se pretende es establecer un proceso de autoobservación de las actitudes interiores de la persona. Este método logra muchos resultados en la enseñanza a menores, ya que siempre se utilizó para la enseñanza de valores. El método reflexivo también tiene numerosas otras aplicaciones. La importancia del arte radica en la importancia de la evocación de múltiples experiencias, recuerdos, conocimientos, entre otras, que enriquecen una imagen cognitiva y afectivo, generando la idea creativa.
La idea, reconocida en la filosofía, es creativa y se produce en la imaginación. No obstante, no solo se compone de elementos de conocimiento y emotividad, sino que también surge de la inspiración. Es importante considerar que parte de lo que creemos se origina en el pensamiento y en las emociones. Cuando nuestras emociones comienzan en un momento en la imaginación, estas estimulan la inteligencia artística y, de esta forma, el proceso reflexivo. La parte cognitiva que recopila el pensamiento y lo une a las emociones en la imaginación tiene un origen reflexivo que se debe a la inspiración. ¡Eureka!, ¡Lo tengo!, ¡se me iluminó! En caso de preguntar al artista, ¿cuál fue su actividad en el instante en que se encendió la chispa de la inspiración? Me encontraba pensando en… En un instante, se originó la idea debido a los impulsos de la creatividad y la inspiración, los cuales surgieron dentro de un proceso reflexivo.
La presente afirmación sugiere que la reflexión tiene un origen intuitivo y no premeditado. Si se pudiera modificar los procedimientos reflexivos en el artista, siempre se encontraría una respuesta diseñada y sin necesidad de la inspiración para impulsar la creatividad. No resulta desconcertante escuchar al artista quejarse de que no puede continuar o que carece de conocimiento acerca de cómo iniciar la creación debido a la falta de inspiración. A veces, el simple hecho de observar algo y pensar en ello (reflexionar), da a luz a la idea. No es un resultado del análisis o la deducción, ya que son totalmente cognitivos. La reflexión se produce mediante la estimulación de la percepción y la reflexión. La reflexión estimula la emoción, estimula los procesos internos del individuo y puede alcanzar la profundidad de nuestras emociones, lo que se conoce como el fondo endotímico.
El arte es un proceso cognitivo y afectivo que contiene elementos cognitivos y afectivos. En los procesos de pensamiento, la reflexión es un método. No obstante, en el artista se manifiesta de manera muy intuitiva. Es importante destacar que, si el genio innato llega a los resultados sin tener en cuenta los procesos, existe algo que en el arte no es posible ignorar: las emociones. ¿Cómo desconectar las emociones de la reflexión?
Al ser traicionados, el hombre o mujer que se percata de esto, experimenta una impresión traumática en el pensamiento y las emociones. El procedimiento de la reflexión vincula lo cognitivo con lo afectivo. La traición como consecuencia no es el resultado del pensamiento, es mucho más emocional que cognitiva. No obstante, alberga a ambos individuos. La causa de este efecto radica en la herida interior que se produce, no se trata de una herida a causa de deducir hechos, sino más bien en la consecución de la reflexión. Esto es reflexionar, el efecto es un corazón herido (perturbación de las emociones), es decir, que estas emociones quedan afectadas. Las consecuencias pueden ser fatales, cuando las emociones asumen el control, lo que impide la razón. No se reflexiona, se actúa emocionalmente, prevalecen los instintos, mi conducta se encuentra poco a poco afectivo. Por eso se dice que perdió el control, ¿control de qué? Control de sus emociones.
¿Podría el arte, durante su proceso creativo, alcanzar eso? La respuesta es efectiva; el artista puede experimentar un estado de catarsis durante la creación de su obra. La obra de arte también puede conducir a un estado de catarsis al espectador o público. Este es el producto del desborde de las emociones, estas se manifiestan exteriorizándose y es lo que conocemos como conmoción.
El ser reflexivo es un ser sensible, la ciencia es muy metódica; no obstante, sus métodos se centran en objetivos, los cuales pueden lograrse y afectar a la gente con sus resultados. Cuando Maduro aplica su método de que el final justifica los medios. Esos medios son métodos que buscan resultados políticos sin sensibilidad. En la actualidad, gobierna un pueblo que se encuentra prácticamente en el desquiciamiento, una sociedad que experimenta emocionalmente de una forma aterrada. Los métodos que no tienen la sensibilidad son inhumanos. Por consiguiente, resulta imperativo reflexionar, y para ello se requiere el uso del arte, con el propósito de sensibilizar a la población. La apreciación o expresión artística conduce a la reflexión, mientras que la reflexión humaniza la sociedad. La carencia de arte se traduce en una carencia de educación, y si no se otorga la relevancia del arte en el proceso de formación del individuo, se produce una sociedad insensible y deshumanizada.
La reflexión y el arte activista
Las tendencias actuales de los artistas exhiben un elevado contenido de reflexión en el arte activista contemporáneo. A continuación, Marit Dewhurst nos presenta las características principales de este arte activista:
Como figura social, a menudo se considera a las personas que son artistas como visionarias, morales o culturales que ofrecen comentarios que confirman o critican valores y acciones sociales (Becker, 1994; West, 1990). Desde esta posición, se les considera como agentes culturales capaces de tener una influencia social y política poderosa (Becker, 1994; Boal, 1979; Marcuse, 1978; Reed, 2005). Examinado la literatura que describe a los artistas como agentes para el cambio social, he encontrado varias características o habilidades recurrentes que, según las descripciones, guían sus acciones en la creación y la acción de compartir el arte activista (Dewhurst, 2007). Dichas características consisten en lo siguiente: un compromiso con la investigación crítica y la reflexión [1], la capacidad de imaginar posibilidades, un compromiso con la colaboración a través de las barreras construidas socialmente y un sentido de autodeterminación o empoderamiento como resultado de su trabajo en las artes. Aunque algunos de estos temas puedan surgir en la investigación de artistas que no se han centrado en el activismo, casi siempre están presentes en quienes se han comprometido a causar un impacto en las condiciones de desigualdad e injusticia a través de su actividad artística.
Interesante texto, solo que hacen falta las referencias para consultar más al respecto, gracias
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