El Gerundio estético
Cuando se
toma el término «discurso» para explicar
las obras de arte, está implicada la poética, el discurso no es un relato en
términos técnicos sobre la obra de arte, el relato debe ser poético, esto no
implica que se ignore la estética. Jerome Bruner comenta que, en sus clases,
prefiere reemplazar la palabra “estética” por “poética”, Vea Vecchi añade: “Me
hizo sentir la palabra “poética” como menos abstracta, menos majestuosa, casi
más humanamente sensible. “(Vecchi, 2013, pág. 649).
Me niego a
aceptar que un trabajo de investigación en artes se refiera al pasado, que se
describa muy técnicamente, porque se cae en lo que se denominan tecnicismos. El
arte va más allá. La poética es el alma del artista y se expresa en el arte de
esa manera, la obra no se relata como lo que fue porque tiene un valor
intrínseco y permanente, la obra fue, es y sigue siendo, no es concepto acabado
y formado, cada que contemplo la obra siento cómo mantiene vivo y constante su
mensaje, su efecto en el espectador, y lo sigue teniendo, se expresa en
gerundio, lo que hace que su efecto no termine, es inmanente a sí misma la
obra, y trastoca la serenidad del espectador en todo momento, por más
repeticiones que se den en la experiencia estética, sigue siendo, no existe un
ya fue.
La vida
que emana de su expresión es poética, como dice Vecchi:
La palabra poética se amplía hasta incluir
todos los lenguajes de las artes, estructuras de conocimiento y procesos
subyacentes. “Estética” y “poética” son términos diferentes que describen
conceptos y procesos muy próximos entre sí. En términos simplificados,
podríamos decir que la “estética” es un sistema de valores y la “poética” un
proyecto de valores de carácter más subjetivo… (Pág. 65)
Al leer una noticia, por ejemplo, sobre la desaparición de un joven llamado Ciro en el Valle del Colca y el misterio de su muerte, este hecho no se aclaró con la aparición de su cadáver, así que se convirtió en caso resuelto, no se puede hacer más… Las respuestas a estos misterios las tiene Rosario, su compañera de viaje. Este misterio desaparecerá con ella. Se acabó la noticia y con esta su efecto en el espectador.
Se deja evidente que el mensaje de la obra de arte no termina mientras exista, no es como una simple noticia. Contemplar el cuadro “Las meninas de Velázquez” es un desafío. Se han elaborado muchas explicaciones e investigaciones sobre la temática, la técnica, el arte mismo, y aún no se ha terminado el misterio. He visto la fotografía de este cuadro numerosas veces; sin embargo, aún me intriga. Existen numerosos cuadros que no puedo dejar de pensar en ellos, siempre me llaman la atención en el arte clásico y moderno. Siempre está transmitiendo el mensaje, el arte. La repetición de la experiencia no altera mi percepción, sino que genera un mayor misterio.
El arte se expresa en gerundio, significa poder vivir, revivir y buscar nuevas experiencias vivenciales a partir del valor estético, de su categoría o tal vez su género. Hay tanto en la obra que comunica que vivenciar la obra puede ser el resultado de varias experiencias vividas por el espectador.
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