Publicado en la revista de Arte y Cultura "Contrastes" de la Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes "Diego Quispe Tito" del Cusco, 2014 Ano 4 N° 4 págs. 47 al 52.
Inteligencia y Espiritualidad
Cuando me encuentro ante la obra de arte durante la contemplación, suceden muchas cosas, quizás lo inesperado. Mi mente de estar en un estado lúcido se pierde en la imaginación, mis emociones se desbordan, se apagan, reviven y se revuelven en un espacio de confusión hasta que llega la calma. Y el mundo vuelve a mí, en silencio. Luego pienso sobre lo que siento, comienzo a sentir que pienso, en el silencio del lugar, solo, frente a la obra que me conmociona. Y después, solo posteriormente, el juicio crítico: ¿Está bien? ¿Qué hay de nuevo? ¿Y la composición…?
De acuerdo con lo expuesto en el artículo anterior de esta revista, el espectador emite un juicio estético o de gusto, así como un juicio de concepto o semiótico. El Juicio crítico es el tercer juicio que el espectador lleva a cabo frente a la obra de arte. ¿Nos cuestionamos si todos los espectadores pueden emitir un juicio crítico?
Bernard Berenson, en el prólogo de su libro nos indica lo siguiente: “ya que la apreciación implica el gozo con reflexión inteligente y aun la meditación más profunda, que puede merecer el epíteto de “intelectual”.” (Berenson, 1970, p. 11).
Durante su discurso inicial, sostiene que el arte surge y surge del espíritu del artista.: “Nos dedicamos con más humildad y provecho a tratar de comprender la naturaleza de la energía creadora como una actividad del espíritu” (Berenson, 1970, p. 19). También, le dedica muchas líneas a explicar este fenómeno.
Bernard Berenson nos ayuda a comprender la significación de la palabra espíritu.
“Todo aquello de lo que somos conscientes, el más leve cambio dentro de nosotros que llegue a la conciencia y la afecte, atañe al espíritu, es espiritual. Es tarea del arte, como de toda actividad relativa, ampliar los horizontes de la conciencia no sólo en extensión y profundidad, sino también en altura. El arte se encuentra en esa región del espíritu porque está basado en procesos que dentro de nosotros se manifiestan en la conciencia. Lo que existe bajo el umbral de la conciencia pertenece a la fisiología y no a la estética, la teoría o la historia del arte”. (Berenson, 1970, págs. 16.17).
Con el fin de enriquecer la comprensión de la espiritualidad, Philipp Lersch nos define la misma: “Si la inteligencia es un concepto de rendimiento podemos hablar, aparte de la inteligencia general, de ciertas formas especiales, o sea de inteligencia matemática, técnico constructiva, jurídica, médica, psicológica, estrategia, comercial, teniendo en cuenta las diferentes esferas objetivas en las que el hombre ha de orientarse.Por otra parte, hay que distinguir de la inteligencia la espiritualidad. En los dos casos interviene el pensamiento. Sin embargo, cuando hablamos de la espiritualidad de un hombre no queremos decir – como hablar de su inteligencia – que puede aplicarse mediante el pensamiento al cálculo y domino del mundo, sino que se esfuerza, y es capaz de ello, en dar a su existencia, iluminándola intelectualmente, un horizonte de sentido, en concebir el mundo como algo que proporciona sentido a su existencia.” (Lersch, 1971, p. 463).
Teniendo en cuenta la identidad de la inteligencia y el espíritu, ¿cuál es su relación con el arte y la crítica? Buen comienzo para entender los procesos del juicio crítico. El arte es un proceso que transforma la idea en un objeto estético. La idea se materializa en la imaginación del artista a través de pensamientos cognitivos y impulsos afectivos. Para esto es preciso un impulso creador y solo es posible mediante la mediación del espíritu. Este impulso no se origina únicamente en un esfuerzo por hacerlo, sino en un deseo de lograrlo. Cuando se tiene la intención de alcanzar la conciencia y el sentimiento del espectador, entonces se trasciende al crear objeto estético. Esta trascendencia es el inicio de la crítica y el juicio crítico.
Inmanuel Kant refiere:
“El Juicio no puede, pues, suministrar un concepto que nada nos hace conocer, y que solamente sirve de regla a sí mismo, aunque no de regla objetiva, a la cual pudiera acomodarse; porque entonces, necesitaríamos otra facultad de juzgar, para resolver si es o no ocasión de aplicar la regla.
Esta dificultad que presenta el principio subjetivo u objetivo de la facultad de juzgar, se nota principalmente en aquellos juicios llamados estéticos, que tratan de lo bello y lo sublime, de la naturaleza o del arte; y sin embargo, la investigación crítica del principio de estos juicios es la parte más importante de esta facultad.” (Inmanuel Kant, Crítica del juicio seguida de las observaciones sobre el asentimiento de lo bello y lo sublime Pág. 11).
Kant nos hace una referencia significativa, “la investigación crítica del principio de estos juicios…” es importante saber que la idea de juicio es producto de investigar y reflexionar para encontrar estos principios, que es de lo que se trata este artículo. Luego continua “… seguida de observaciones…”. Aquí nos hace referencia a la necesidad de un método, en este caso la observación, que es la que recogerá información suficiente para poder reflexionar sobre esta.
Investigación y Crítica en las artes plásticas
El primer principio tenemos que considerar:
El conocimiento de las dimensiones en el proceso creativo en el arte.
La crítica y la investigación en el arte trabajan en tres dimensiones:
La dimensión creativa. En la cual el artista toma decisiones sumamente subjetivas acerca de la objetivación de la idea en la obra estética que se integra en la imaginación.
- El género.
- La categoría estética.
- La técnica.
- Los instrumentos y
- El estilo o tendencia.
- Proporción
- Equilibrio
- Perspectiva
- Morfología (Forma)
- Línea - Contorno
- Armonía
- Color
- Ritmo
- Onírica
- Conceptual
- Abstracta
A continuación, hemos visto cómo la filosofía del arte, la psicología y las teorías del arte están involucradas en el juicio del espectador, el gusto y el concepto toman la mente y lo intrínseco de su afectividad en una sola lectura.
Por experiencia puedo afirmar que existen más opiniones que críticas en el arte en nuestro contexto, y en el arte contemporáneo aún más.
Inmanuel Kant sostiene que la investigación crítica del principio de estos juicios es la tarea más relevante de esta facultad. A continuación, nos corresponde establecer el criterio que debe establecer el principio del juicio, y en el caso de la crítica, del juicio crítico.
El segundo principio a considerar para el juicio crítico es:
Aprehensión de los valores estéticos en la obra de arte contemporánea.
Para comprender el arte contemporáneo, es fundamental familiarizarse con las valoraciones en la expresión artística, por lo tanto, es necesario conocer las valoraciones estéticas, especialmente a partir del impresionismo hasta nuestros días.
Bernard Berenson aporta uno de los principios que permitirá abordar el segundo principio a considerar en el juicio crítico contemporáneo: “Será mi empeño hacerme a mí y hacer a mis lectores más conscientes de las potencialidades y cualidades de este mundo del arte, de este reino de la satisfacción ideada. No puedo insistir demasiado en que lo que importa al arte en cuanto distinto de la materia, de la técnica y de las llamadas formas naturales, es la preponderancia de las satisfacciones ideadas sobre las reales”. (Berenson, 1970, pág. 17).
Las valoraciones estéticas constituyen una fuente de reflexión en el arte contemporáneo. Se trata del valor de las ideas que surge de las intenciones plásticas. De ahí la importancia de conocer y reconocer estas valoraciones. Esto ocurre de manera aprehensiva en el crítico, lo que requiere, dentro de las dimensiones artísticas, diferenciar y reconocer la genialidad, producto del innatismo en el artista.
Valores estéticos contemporáneos
A comienzos del siglo XIX, se establecieron los valores estéticos, tales como el mimetismo, la fidelidad del color, la temática, entre otros. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, surgieron nuevos artistas que transformarían los valores conocidos hasta entonces, aportando nuevas ideas que transformarían un arte moderno y contemporáneo con base en estos nuevos cambios.
Consideremos como principio la definición de Dietmar Elger (2006) en su libro “Arte Abstracto”. “…toda pintura es siempre también una abstracción. De hecho, ningún cuadro figurativo encarna un valor sustancial y autónomo, sino que es un producto derivado de la realidad, a la que toma referencia e intenta imitar. De tal modo, la pintura figurativa nunca puede ser realidad en sí misma.” (Pág. 6).
En primer lugar, comprendo que lo que un artista pinta o esculpe no es lo que se ve, sino lo que piensa. Como resultado, lo que surge de la contemplación de la obra de arte no es la percepción de una copia fiel de la creación divina, sino el resultado de la creación humana en el espacio estético. El mimetismo en el arte contemporáneo es un valor estético en el cual la realidad que el artista percibe implica una transformación abstracta que dé como resultado una creación artística.
Al referir en su análisis plástico el libro: Verticales. (2010). Como reconocer estilos en la pintura - Arte y Personalidad. Describiendo los nuevos valores en la estética contemporánea que podemos resumir:
Si consideramos las ideas de los artistas a partir del siglo XIX en el impresionismo, es necesario examinar los principios del impresionismo como estilo que se convierten en nuevos aportes a los valores estéticos:
1. Su idea básica “La Luz”.2. Pintura al aire libre “plain air”.
3. La desaparición de contornos por efectos de la luz.
4. La yuxtaposición de colores como elemento para crear la forma.
5. Las sombras no son grises, son también colores.
6. Aplicación de contrastes para lograr un nuevo equilibrio.
7. El color guarda armonía en su composición. 8. La ausencia del negro en la paleta del pintor.
9. El impresionismo toma la perspectiva de manera intuitiva más que académica.
A partir de Edgar Degas, los postimpresionistas aportan como nuevo valor la pintura memorística en lugar del Plain Air, y el color como valor estético.
El simbolismo contribuye a la relevancia del mensaje en la creación artística mediante la exaltación del valor simbólico.
El fauvismo y el navismo contribuyen a la libertad de composición y color, en la irrealidad del color, como se puede apreciar en el cuadro de Vlaminck (consultar imagen), en el cual se aprecia un cielo amarillo y nubes verdes, un mar verde y una playa de arena roja con botes multicolores. La escultura fauve otorgó un nuevo valor estético al desarrollo de obras sin trascendencia alguna.
El cubismo analítico aporta como nuevo valor estético el uso de diversas perspectivas o puntos de vista y la ruptura de un único foco de luz en el espacio pictórico, así como la descomposición de la imagen en múltiples facetas geométricas. Asimismo, el cubismo sintético aporta como nuevos valores estéticos la incorporación de números y letras, así como el collage y el trozado de la imagen en la representación.
Los expresionistas no solo tienen en cuenta los estados emocionales como valores estéticos, sino la deformación de la forma y la exageración en el color.
El futurismo incorpora el movimiento como un valor estético, mientras que la pintura metafísica restituye los valores académicos al arte e integra un nuevo valor estético, junto con el dadaísmo y el surrealismo, los elementos oníricos en la composición.
La pintura no figurativa y el arte abstracto son valores estéticos que contribuyen a la expresión espiritual e interiorizada del arte, a través de la desintegración de la imagen figurativa y la expresión de colores, líneas y formas sin representación alguna. Esto llevó al público a una percepción de lo inefable y expresivo de las emociones interiorizadas de los artistas.
Es necesario añadir los aportes del minimalismo, conceptualismo, op art, pop art y todo lo que se deriva del arte y la contemporaneidad.
Con respecto a la contemporaneidad en el arte, es factible mencionar a Miguel Cereceda, quien en la introducción de su obra literaria mencionó: Problemas de arte contemporáne@ (2008) nos dice: En primer lugar, el arte es una auténtica manifestación de la libertad: el arte que uno hace es exactamente lo que uno desea. Es posible que no exista una interpretación adecuada de una obra de arte, lo cual no puede impedir que otra interpretación determinada sea incorrecta o directamente falsa. “Lo que, por supuesto, se centra en torno al criterio de la verdad y del conocimiento, buena parte de nuestros problemas” (Pág.14).
En su libro La Semiología, Pierre Guiraud define las funciones del signo; la cuarta función definida por Guiraud es «la función poética o estética, que es definida por Roman Jakobson como la relación del mensaje consigo mismo. La función estética es la función más destacada de las artes. El referente es el mensaje que deja de ser el elemento de la comunicación para convertirse en su objeto.» (Guiraud, 1972, p. 13).
La lectura no solo es semiótica, sino que también se ajusta a una categoría, lo cual perturba la intimidad del espectador con suavidad o profundidad. No se debe esto a un conocimiento científico, sino a una experiencia estética. La lectura se convierte en poesía, es decir, en arte, es decir, en una lectura plástica, poética, donde todas las dimensiones tienen el objetivo de convertir el mensaje en su objeto. En consecuencia, la crítica no se fundamenta en una semiología del lenguaje coloquial, sino en un lenguaje más versado que acompañe la emoción de la obra de arte en su dimensión.
Conclusión
Para llevar a cabo una investigación crítica en el arte contemporáneo, es imperativo considerar que el juicio crítico se basa en tres principios fundamentales:
- El conocimiento de las dimensiones en el proceso creativo en el arte implica la exploración de las dimensiones.
- La aprehensión de los valores estéticos en la obra artística contemporánea implica una reflexión.
- La retórica necesaria para acompañar el análisis crítico y el discurso es necesaria.
Es así como en la crítica el arte, el conocimiento del crítico sobre arte, es sobremanera importante para un buen juicio crítico, acompañado de una aprehensión sobre los valores estéticos y la retórica que le da valor poético a la expresión plástica.
En consecuencia, el discurso crítico será ético y elegante, tal como debe ser.
BIBLIOGRAFÍA
Berenson, B. (2005). Estética e historia en las artes visuales. México D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Cereceda, M. (2008). Problemas del arte contemporáne@, filosofía del arte en 15 lecciones. Murcia: Cendeac.
Guiraud, P. (1986). La semiología. México D.F.: Siglo XXI Editores.
Kant, I. (2008). Observaciones acerca del sentimiento de lo bello y de lo sublime. Madrid: Alianza Editorial.
Lersch, P. (1974). La estructura de la personalidad. Barcelona: Ed. Scientia
Valerie Kristel Villanueva Aedo
egresada de la ESABAC
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