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Storytelling Qori Wayra 1

Storytelling Versión Escrita

Por Enrique Alonso León Maristany

Qory Wayra

En un lugar alto del imperio

Por una ventana de forma trapezoidal una ñusta vería como el Inti (Sol) se ocultaba y así se apagaba su luz dando paso a la noche, aprovechando la oscuridad y antes que salga Quilla (Luna) con su luz y alumbre en la oscuridad, en silencio la joven dejó un palacio pulido en fina piedra,  lentamente y sin ser vista huyó del lugar, caminando algunas horas subió a un lugar alto, casi en la cima de una montaña, en la época Incario escaló una torre sin ser vista, una torre de piedra bellamente pulida, allí, en ese lugar se arrodilló una bella, muy bella, bellísima joven mujer de unos 15 años, con su traje colorido y una montera (sombrero típico) cubriendo y adornando su cabello, que por momentos lo levanta el aliento de Wayra (viento), estaba mirando, contemplando ensimismada al vacío, que daba temor porque la altura era mucha, estaba muy alto. 

Vista desde abajo su silueta se contorneaba a contraluz, una débil luz de Quilla, que casi no se veía, estaba apagándose en el infinito en su ciclo alrededor del Hanan Pacha (los cielos). Dicha mujer se percató que a lo lejos se acercaba un hombre corriendo apresuradamente, al llegar al pie de la torre después de una larga carrera se detuvo,  se veía un joven con porte atlético quien curiosamente solo calzaba una sandalia, seguramente la otra la perdió en la carrera, lo reconoció, era un chasqui (mensajero inca), un chasqui, un chasqui. Después de unos respiros y agitado la miró desde el pie de la elevada torre y le gritó muy fuerte –Pasñacha, Pasñacha, (señorita) que haces en la torre, es peligroso, te ordeno que bajes— los gritos llamaron la atención de los guerreros que cuidaban la torre y no se percataron en qué momento y aprovechando la oscuridad subió la joven a la torre y rodearon el lugar, todos observaban al chasqui con respeto y temor. Temblorosa y en un principio con voz un poco entrecortada la bella, muy bella joven contestó, —No voy a bajar, no tengo miedo de morir, voy a esperar la noche para que Quilla me lleve consigo al infinito, no quiero llorar más.— El chasqui al ver a la bella joven le dijo —El chasqui lleva el mensaje del Inca y su palabra es ley, si te revelas a bajar iré por ti y te llevaré con él y seguramente serás severamente castigada, además Quilla alumbra las noches con suave luz, pero solo unos días y luego se apaga, hoy día solo se ve un pequeño rastro, no te va a llevar—. La bella y muy bella joven replicó, Wayra se mueve de día y de noche, cuando sopla fuerte se lleva las flores, y en ella vuelan las aves, hace caer las hojas, y alivia el calor con su movimiento, Wayra ayuda a la naturaleza a vivir y vendrá y me llevará volando, Wayra es el aliento de Viracocha (dios invisible), y cuando está complacido conmigo sopla suavemente y acarician mis mejillas su aliento, pero cuando está enojado sopla con mucha fuerza y a veces me tumba, un día su aliento se llevó mi montera y no la pude recuperar más, ese fue mi castigo, ahora vivo castigada nuevamente así que espero que Viracocha escuche mis ruegos y envíe a Wayra con fuerte aliento que me lleve hasta los rastros que se ven de Quilla, ahí quiero ir al Hanan Pacha, en lo alto, donde se ven en la oscuridad miles de Chascas (estrellas), que brillan y titilan dándole vida al Hanan Pacha y nos cubre  con su manto la oscuridad, gracias a las Chascachas (estrellitas) que le dan vida al Hanan Pacha, ahí quiero ir, ahí quiero morir.— El chasqui gran cumplidor de las órdenes del gran Inca no iba a discutir y subió con agilidad y tomó a la joven y cargándola sobre sus hombros emprendió el camino de regreso. 

Al descender los soldados con sus antorchas dieron algo de luz a la oscuridad, esta luz dejó ver el vestido de la joven que estaba siendo cargada con una sola mano por el fuerte y poderoso joven sobre su hombro; aquella bella, bella mujer mostró su rostro y pudieron contemplar esa belleza, esa gran belleza oculta hasta ese momento y notaron que su vestimenta era de la nobleza inca, se asombraron, –es una ñusta– proclamó un soldado, si repitió uno de ellos —es una ñusta—. El chasqui se detuvo y los miró con ira y todos temblaron, se asustaron, tuvieron mucho miedo, y repitieron en coro —No hemos visto nada gran chasqui, la oscuridad es mucha, no sabemos que pasó. 

El chasqui les gritó —Ocatarpus (inútiles), no se dieron cuenta y descuidaron la torre, recibirán su castigo cuando el Inca se entere— y siguió su camino con la ñusta en sus hombros. Los soldados lloraron en silencio por su torpeza y no durmieron toda la noche porque el miedo se apoderó de sus almas y quedaron paralizados hasta el amanecer. 

Cuando el Inti alumbró nuevamente el Hanan Pacha, llegó a palacio el chasqui quien no soltó a la ñusta ni por un instante, el jefe de guardia ordenó que abrieran paso y que nadie mirara lo que estaba pasando, todos obedecieron y nadie quiso ver. El inca que se encontraba en la madrugada tomando su chicha y comiendo charqui (carne seca cocinada con sal), se levantó para ver lo que sucedía al escuchar al guardia, y se plantó en la puerta de su habitación, llegó el chasqui colocando a la bella y muy bella joven a sus pies y se inclinó de rodillas ante la presencia del Inca mirando el suelo. 

El Inca ordenó a las demás ñustas —Vean que coma y beba este fiel soldado, lo voy a recompensar después por su valiente trabajo—. Miró hacia el suelo, yacía en el suelo, en ese suelo frio, en ese suelo que era testigo de lo que estaba sucediendo, y se grabaría en la piedra el hecho de que el frío y helado aliento de wayra atravesaba el cuerpo de la bella muy bella joven, la última ñusta, la ñusta más joven, aquella ñusta que temblaba de miedo más que de frío, estaba muy asustada, le temblaban la manos y los pies desnudos y apenas podía respirar, el terror se apoderó de su alma. No podía levantar su rostro, el susto era demasiado.

El Inca le ordenó con voz potente y autoritaria —¡Mírame! Y la bella, muy bella ñusta fue estremecida hasta los tuétanos por el grito del Inca que hizo temblar todo su cuerpo, hizo temblar su alma, hizo temblar su espíritu, hizo temblar su mente, y en medio del terror levantó su rostro y lo miró arrodillándose, llena de lagrimas y con tanta angustia que no podía ni siquiera gemir, derramando unas gotas de saliva porque tampoco la podía pasar por lo paralizada que estaba, el Inca la miró y reconociéndola un poco, y dudando otro, le dijo con la misma voz, esa voz que retumbaba en todo el palacio como un fuerte trueno, —Iman sutiyki—(¿Cómo te llamas?) … Respondió—Qori Wayra (viento dorado), como su aliento Viracocha Inca—, el amanecer era muy frio, al caer una de sus lágrimas al piso comenzó a congelarse, el frio de los andes en el invierno, y no paraba de temblar la bella, muy bella ñusta. 

Calmándose un poco el Inca, dobló un tanto sus rodillas e inclinó su rostro ligeramente hacia abajo para verla mas de cerca, la joven sintió que estaba muy cerca, demasiado cerca, tan cerca que sintió su aliento, su corazón enloqueció y comenzó a latir muy rápidamente y él le preguntó —¡Porque vistes como ñusta si yo recuerdo que te tomé para que seas mi mujer!, acabo de llegar de la guerra y ¿me recibes así?— … Estiró su mano y tomando la de ella la levantó y la puso de pie.. todos se alejaron, nadie miraba, las demás ñustas corrieron a lo más profundo de palacio, nadie, nadie, nadie sabía ni quería saber que iba a pasar. 

—Tiemblas ante mí en lugar de amarme— dijo el Inca bajando la voz, soltó su mano, tomo el vaso de chicha que dejó cerca y le dijo —Bebe, te hará bien— recibió el vaso y pudo tomar dos sorbos, y le vino una calma a la bella, muy bella joven que dejó de temblar y pudo hablar.

—Viracocha Inca, tu no recuerdas, el día que me tomaste por esposa, llegó repentinamente un chasqui con un kipu y un mensaje, nadie lo oyó porque no nos está permitido, y ordenaste al ejército salir en ese momento, yo me quedé sola, todas las ñustas se burlaron de mí, nuestro matrimonio no se consumó, me tiraron el traje de ñusta para que me lo vuelva a poner, y esperé estos meses que volviera mi señor, me sorprendió verle llegar, cuando se fue con la pena volví a vestirme de ñusta y al llegar mi corazón latía de pasión, pero, pasó por mi lado y ni me reconoció, no me dijo nada, me asusté, se hizo de noche y el miedo me paralizó, no podía acercarme a usted, estaba feliz de verlo, y me atravesó el alma su indiferencia, soy muy joven y me sentí morir de pasión, si lo amo, pero no se como hacerlo, las ñustas nuevamente se burlaron de mí. Mi alma se quebró y hui aprovechando que Quilla casi no alumbra en estos días, no sabía donde ir, solo caminé y caminé y llegue a la torre, yo se que las ñustas me acusaron de haber huido. Al darme cuenta de lo que estaba haciendo quise volver, no tenía el valor de enfrentar a mi señor, y subí a la torre en silencio para pedir a Viracocha que me lleve y así morir sin dolor. No me di cuenta de que el chasqui salió en mi búsqueda y su instinto hizo que viera mi silueta desde muy lejos en la torre y llegó a mí y con él el terror. El chasqui es muy grande, muy fuerte pero no tan fuerte como usted. Lo último que quiero decir es que tenga piedad y que muera sin dolor, que así pague mi culpa y que Viracocha me lleve consigo para que no le de otra pena a mí señor en su vida, que se haga su voluntad y acepto con resignación mi desobediencia y mi castigo por ella.– 

Hubo un momento de silencio. El Inca vio su rostro manchado por las lágrimas que surcaban en el polvo que cubría su rostro de haberlo puesto en el piso. 

Los únicos testigos eran los muros de palacio, nadie se atrevía a ver ni oír al Inca, nadie oyó la confesión de Qori Wayra en el Kay Pacha (el mundo), pero Wayra recogió cada palabra y las llevó todas a los oídos de Viracocha en lo profundo del Hanan Pacha. Y una chasqa escribió con fuego el testimonio en una de las piedras que giran alrededor de Saturno, y ahí quedará para siempre su confesión, ningún hombre la podrá ver, solo, solo Viracocha.

Terminando su confesión dio vuelta a su cuerpo la bella, muy bella Qori Wayra, cuando estuvo de espaldas al Inca se arrodilló y descubrió su cuello esperando ser decapitada, esa fue su forma de pedir una muerte sin dolor y hubo otro silencio. 

El inca llamó al jefe de la guardia de palacio y le dijo con voz de trueno —¡Quiero a todas las ñustas a mis pies!— y en pocos minutos todas ordenadas en dos filas estaban de rodillas y con el rostro en el suelo a los pies del Inca. Qori Wayra ya no temblaba, seguía de rodillas con el cuello descubierto esperando morir. Las paredes de palacio hacían un esfuerzo para no derrumbarse ante tan potente voz. —Qori Wayra es mi esposa, y no han sabido honrarla— Todas las ñustas comenzaron a temblar, comenzó a salir un sudor de las paredes de palacio, el Inca iba continuar hablando y el terror se apoderó de todo ese bello palacio y todos los que habitaban en él, y les dijo a las ñustas arrodilladas con el rostro pegado al piso –¡Pagarán por lo que hicieron a mi esposa!– retumbaron sus palabras hasta el Huacaypata (plaza principal del Qosqo), el Qosqo entero tembló, el Inca dijo con mucho coraje a las ñustas —¡Ninguna se moverá de donde está hasta que yo lo diga y se levantarán para recibir su castigo por que al deshonrar a mi esposa, me deshonraron a mi— El terror se apoderó de todas ellas. 

El Inca tomó una keperina (manto colorido), la puso sobre la espalda de Qori Wayra y con todo su poder la levantó en sus brazos, la abrigó, con su manto limpió su rostro y le dio un beso, y ella entre miedo y ternura lo miró y finalmente el Inca dijo –Tu eres mi mujer, y si alguien no te respeta lo pagará con su cabeza, yo te amo, estarás protegida por mi por siempre, no temas hoy será un gran día, estarás conmigo, el que te protegerá y te amará por siempre–

Y Qori Wayra en los brazos del Inca envuelta en la keperina sintió latir su corazón y temblar su cuerpo pero no de terror, sino de pasión, volvió a respirar, estiró uno de sus brazos alrededor del cuello del Inca, lo abrazó con mucha fuerza y fue llevada cargada en los brazos de su amor, el gran señor, y la llevó al lugar mas cálido y bello del palacio donde por fin la amó.

Analicemos un poco la Literatura

¿Cuantas figuras litterarias se utilizó en la narración del storytelling?

Inti: Sol

Quilla: Luna

Hanan Pacha: El universo de arriba

Kaipacha: La tierra, el universo en el que vivimos

Chasqui; Mensajero del Inkanato

Chasca: Estrella

Viracocha: Deidad Invisible

Inca: El que gobernaba el Inkario

Viracocha Inca: Viracocha cuando antecede a un nombre o es dirigido a una persona se entiente como "Señor" viene a ser "Mi señor Inca"

Ñusta: Jovenes virgenes consagradas al imperio

Wayra: Viento

Pasñacha: Chica, señorita.

Montera: Tipo de sombrero de las mujeres en el Inkario

Ocatarpus: de Okatarpuy Sembrador de ocas, se usaba para referenciar a una persona que siembra ocas, las ocas no es necesario sembrarlas por lo que la expresión se referiere a que una persona es "inútil"

Chicha: Bebida fermentada que se toma desde la epoca del Inkario

Charqui: Charqui carne que se conservan por salazón y secado al ambiente frio. 

Keperina: Manto de colores que se usaba en el Inkario y se usa hasta ahora. 








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